Hoy es 27 de octubre lo cual quiere decir, para los que vivimos en Valencia y otras ciudades cercanas al circuito Ricardo Tormo (Cheste), que a partir de esta noche, y hasta que no acabe el GP Comunidad Valenciana de motociclismo, no va a ser posible descansar en condiciones ya que desde este mediodía los moteros campan a sus anchas por la ciudad y pueblos limítrofes.
Yo no es que tenga nada en contra de todo lo que mueve y conlleva un acontecimiento como este ya que sería como tirar piedras sobre mi propio tejado ya que una parte de mis ingresos anuales depende en gran medida de los beneficios que tenga la cooperativa para la cual trabajo y de la cual soy socio y, obviamente, un acontecimiento así aumenta las ventas en Cheste y alrededores, pero lo que si que no me parece bien es que si se crean zonas para que estas personas se diviertan y hagan sus piruetas, demostraciones y demás, no podamos los que estamos lejos de esas zonas descansar durante estos días. Eso sin contar con los cuatro cafres de turno que durante tres días te encuentras en la carretera al ir y volver del trabajo. Y es que no le encuentro otra forma de llamarle a alguien que es capaz de ir en un quad en plena autovía A-3 a las 6:25 de la mañana repleta de todo tipo de vehículos y ponerse, al salir al carril de deceleración con tres coches detrás, a hacer un caballito con dicho quad. Y como este ejemplo podría poner decenas.
